En los casos en que la articulación facetaria es la causante del dolor, se puede realizar un Bloqueo Facetario para aliviar los síntomas. Al igual que los Bloqueos Radiculares Selectivos, los bloqueos facetarios son una herramienta de diagnóstico que se utiliza para aislar y confirmar la fuente específica de dolor lumbar del paciente. Además, los bloqueos facetarios tienen un efecto terapéutico, ya que disminuyen la intensidad del dolor y alivian la inflamación del paciente.
Las articulaciones facetarias son articulaciones pares en la parte posterior de las vértebras que tienen superficies de cartílago (tejido amortiguador entre los huesos) y una cápsula circundante. Las lesiones por torsión pueden causar daños en una o ambas articulaciones facetarias, y la degeneración del cartílago asociada con el envejecimiento también puede causar dolor.
Para realizar un bloqueo facetario se utiliza fluoroscopia (rayos X en vivo) para guiar la aguja hacia la cápsula de la articulación facetaria para inyectar un anestésico local y un corticoide (un medicamento antiinflamatorio). Si el dolor del paciente desaparece después de la inyección, se puede inferir que el generador de dolor es una o más de las cápsula facetarias que se acaban de inyectar.
Se considera que el Bloqueo Facetario es eficaz para aliviar el dolor lumbar del paciente, si el dolor disminuye a lo menos en un 50% por un periodo de 3 a 6 meses, en caso de que el dolor vuelva a aparecer, se puede realizar otro Bloqueo Facetario o una Rizotomía Percutánea por Radiofrecuencia. Hay muy pocos riesgos asociados con esta técnica y habitualmente se acompaña de kinesiterapia para rehabilitación lumbar.
Cabe mencionar que el bloqueo facetario es un procedimiento diagnostico y terapéutico, ya que permite estimar la causa de origen del dolor lumbar y en caso de ser satisfactorio también proporciona un alivio sintomático.